Si no has oído hablar de la energía reactiva o lo has visto reflejado en tu factura de la luz de tu empresa o negocio pero no sabes lo que es, en este artículo vamos a informarte de los inconvenientes que supone para tu negocio y cómo puede mejorar.
La energía reactiva es un tipo de energía eléctrica, que absorben de la red algunos equipos eléctricos pero que luego la devuelven, por lo que no supone un consumo, aunque sí hay que generarla y transportarla hasta los equipos.
¿Cómo se mide la energía reactiva?
A diferencia de la energía activa que se transforma íntegramente en trabajo o en calor y se mide en kWh, la energía reactiva no se consume, no calienta, se mide en kVArh ( kilo voltio-amperio reactivo hora) y se asocia a todos los aparatos que para su funcionamiento precisen de una bobina (es decir aquellos que funcionan con motores o transformadores) alimentados en corriente alterna (la intensidad cambia de sentido de circulación, esta va y viene de nuestro consumo a la red 50 veces por segundo).
Se asocia también a aparatos que para su funcionamiento precisen de una bobina, como po ejemplo la maquinaria industrial, ascensores, bombas, fluorescentes, etc.
Por tanto, si la energía reactiva no se consume: ¿Por qué se penaliza cobrándose un recargo en la factura de la luz?
La respuesta es fácil: la energía reactiva no hay que producirla, pero sí, hay que transportarla, ya que, como indicamos con anterioridad, esta va y viene de nuestro consumo a la red 50 veces por segundo, provocando variaciones en la intensidad eléctrica de los circuitos, desencadenando una sobrecarga en las líneas transformadoras y generadoras. La energía reactiva no produce un trabajo útil y es necesario neutralizarla o compensarla.
Por eso, las compañías distribuidoras de energía realizan una mayor inversión en sus equipos de generación para tener mayor capacidad en las líneas de distribución para el trasporte y transformación de dicha energía reactiva. Esta mayor capacidad genera unos costes que finalmente nos cobran en la factura.
¿Y la energía aparente?
A la energía activa y reactiva, se le suma un tercer elemento, la energía aparente que es una suma geométrica de las dos anteriores.
La energía aparente es la energía total de una instalación eléctrica, es decir, la suma de las dos anteriores: Energía activa + energía reactiva y se mide en kVA.
Cuanto más parecido sea el valor de energía activa y de energía aparente, menor energía reactiva, evitando así la penalización de esta.
Ventajas de la compensación de energía reactiva.
Compensar la energía reactiva ayuda a tu empresa a obtener ventajas económicas y técnicas:
- Aumentar la capacidad de las líneas y transformadores instalados.
- Mejorar la tensión de la red.
- Disminuir las pérdidas de energía.
- Conseguir una reducción en el coste global de la energía
Para este objetivo debemos utilizar equipos diseñados para neutralizar la energía reactiva como por ejemplo las baterías de condensadores. Estos aparatos facilitan la estabilización y calidad del suministro, además de optimizar el dimensionamiento y el rendimiento de las instalaciones eléctricas, mejorando así la eficiencia energética.
En Grupo Sía te ayudamos a controlar los excesos de potencia y de energía reactiva, gracias a un sistema de avisos que detecta el exceso de energía reactiva en el momento que se produce, posibilitando tomar medidas que evitarán el pago de penalizaciones y cualquier avería que pueda traducirse en un sobrecoste de consumo.
Desde Grupo Sía te proporcionaremos toda la información que necesitas de la manera más rápida y eficiente para que empieces a ahorrar en tu factura de la luz de tu negocio y rentabilizar tus beneficios.